En Octubre de 2.018 la noticia corrió como la pólvora, en el estado de Carolina del Sur se había vendido el boleto ganador de un gran premio de los Mega Millions. El premio, superior a los 1.500 millones de dólares, ostenta en la actualidad el récord de esa importante lotería norteamericana.
Tuvieron que pasar varios meses de incertidumbre hasta que finalmente la ganadora del premio, a través de su representante legal, Jason Kurland, reclamase el cobro del mismo.
El Sr Kurland informó a Yellow Hammer que su clienta, que desea permanecer en el anonimato, no es una jugadora habitual de lotería. Para ese sorteo en concreto compró sus apuestas tras ver un anuncio del importante Jackpot mientras realizaba un viaje de ocio a la ciudad de Greenville. Esa decisión tan espontánea cambió radicalmente la vida de nuestra protagonista y la de otras muchas personas…
En letrado de la anónima ganadora hizo público el deseo de su clienta de realizar una importante aportación al Fondo de ayuda creado por la Cruz Roja para los afectados por los tornados de Alabama y Georgia.
Fueron 23 las personas fallecidas y cientos de ellas las que perdieron su casa a consecuencia de los tornados.
Sabemos que EE.UU parte del dinero recaudado por la lotería se revierte en fines sociales. En esta ocasión la filantropía de esta jugadora de Carolina del Sur ayudará directamente a personas afectadas por esta catástrofe natural.
Los carteles que anuncian grandes jackpot atraen la atención de muchas personas corrientes que nunca anteriormente habían jugado a la lotería. Así por ejemplo, en otro anterior jackpot gigantesco, en esta ocasión de la Powerball, un jugador también nobel descubrió para qué sirve el multiplicador PowerPlay.
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