Todos los jugadores de lotería sueñan con ganar el jackpot. Muchos de ellos llevan años planificando qué hacer cuando resulten ganadores, lo más común es “dejar de trabajar”, “comprarme una casa”, “hacer un gran viaje”, “ayudar a la familia”…
Algo en lo que muchos de ellos nunca pensaron es en preservar su intimidad. En algunos países es obligatorio hacer pública la identidad de los ganadores, e incluso es necesario hacerse alguna foto recibiendo un cheque con el importe ganado.
La historia que hoy os contamos precisamente trata de la originalidad de un jugador para cobrar su premio y a la vez no mostrar su rostro.
Nuestro protagonista es un jugador jamaicano que se identificó como A. Campbell. En noviembre de 2.018 ganó, en la Super Lotto de Jamaica, un premio de 158 millones de dólares jamaicanos (aproximadamente 1,1 millones de dólares estadounidenses).
Campell dejó trascurrir un plazo de 54 días antes de presentarse en las oficinas de la lotería para reclamar su premio. Según sus propias declaraciones estuvo enfermo desde el día que se supo ganador “los 3 primeros días tuve dolor de cabeza de tanto pensar cómo iba a administrar el dinero”, “la semana siguiente estuve malo del estómago”, “estaba tan preocupado por curarme que casi se me olvida el premio”. Y para sorpresa de los allí presentes lo hizo con el rostro cubierto con una máscara de SCREAM, igual que la usada en la famosa película de terror del año 1.996.
Aunque pueda parecer extraño, según declaró a los medios Simone Clark, portavoz oficial de la lotería, en Jamaica ya han sido varios los ganadores de premios mayores que usaron caretas a la hora de recibir sus premios.
Al ser preguntado sobre cómo pensaba gastar su premio, nuestro protagonista asegura que piensa comprarse una casa y ampliar su pequeño negocio. También dice que piensa ahorrar algo para garantizarse una renta en el futuro.
En Estados Unidos, son ya varios los estados que están cambiando la legislación a fin de que los ganadores de grandes premios en la Powerball o Mega Millions puedan permanecer en el anonimato.
En Europa, los ganadores de premios en loterías como Euromillones, EuroJackpot y Superenalotto tienen permitido preservar su intimidad y poder recibir el premio sin hacer pública su identidad.
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