Por error le hacen creer que es rico

Ya sabemos que un error lo tiene cualquiera, pero hay unos que “duelen” más que otros…

Hoy os contamos la historia de un joven del Reino Unido que en sólo 24 horas tuvo tres estados de ánimo distintos: normal, eufórico y triste.

Nuestro protagonista, Dean Smethurst, tiene un trabajo bastante corriente, es el encargado de un supermercado y su situación económica no es muy boyante.

Hace ya unos años que empezó a participar, de forma habitual, en los sorteos de la Lotería Nacional de Reino Unido y en los EuroMillones. Su intención era conseguir algún premio que le permitiera dar un empujón final a la reforma de su vivienda y poder invitar a la familia a unas vacaciones en Barbados.

El pobre Dean a principios del mes de mayo pensó que sus sueños se habían cumplido y que finalmente la Diosa Fortuna se había acordado de él. Se encontraba realizando unas compras en el centro comercial y recordó que tenía boletos de lotería pendientes de revisar. Así que entró en una administración cercana y le entregó el boleto a la lotera para que comprobara si estaba premiado.

El corazón de Dean empezó a palpitar de forma descontrolada cuando en el terminal apareció un mensaje de error y la lotera con una gran sonrisa le dijo que aquello solía ocurrir cuando los premios eran superiores a las 50 mil libras. Le aconsejó que tramitara directamente el cobro del premio con la empresa que gestiona las loterías oficiales del Reino Unido.

Rápidamente Dean llamó a las oficinas centrales de Camelot para iniciar las gestiones y poder cobrar su premio, pero como ya era tarde no encontró quien le atendiera y tuvo que posponerlo hasta la mañana siguiente.

Como os podéis imaginar, fue imposible que conciliara el sueño esa noche. Fueron varias las botellas de cava que se descorcharon y también fueron muchas las llamadas a amigos y familiares para notificarles la buena noticia. Para lo que no tuvo tiempo el Sr. Smethurst fue para comprobar personalmente los números agraciados en el sorteo. Y así le fue...

Al día siguiente, cuando por fin pudo contactar con los responsables de la lotería, Dean quedó sin habla cuando le dijeron que no había ganado 50 mil libras, que únicamente tenía un “reintegro” (premio consistente en la devolución del importe jugado).

Allí le aclararon que el mensaje de error de la máquina no era debido a que hubiera acertado un premio mayor, simplemente es un mensaje genérico informando de alguna incidencia con el boleto escaneado. En este caso la incidencia era que el sorteo todavía no se había celebrado. Cuando él mismo realizó el cotejo de los números pudo comprobar la magnitud del desastre.

Cuando ya habían pasado algunas horas y se encontraba más tranquilo, Dean recordó que había comprado dos boletos para dos sorteos diferentes y que por error había entregado en la administración el boleto que estaba aún sin sortear.

El haber recuperado las 6 libras jugadas parece que no apaciguó mucho el ánimo del Dean que estaba realmente enojado con la negligencia de la lotera.

Esperemos que nuestro desdichado jugador pueda tener más suerte en el futuro, y también le aconsejariamos que "siempre" dedique un poco de tiempo a consultar por si mismo los resultados de los sorteos.